jueves, noviembre 16, 2006

Toma de posesión

Después que hubo transcurrido aquel monstruoso minuto, Bernales se enderezó en su asiento, estiró su chaqueta, se acomodó el cuello y la corbata, miró sus uñas, escrutó a los parroquianos de su alrededor con desdén y, finalmente, tomó posesión de mi vida por las próximas semanas. Su labor, si es que de esa forma pudo llamarse lo que realizó, consistió en importunar cuanta actividad o inactividad llevé a cabo, dejándome en claro lo inútil, ineficiente y fracasado que era y que, salvo él, nadie, incluso Adriana, sería capaz de sacarme de ese pantano en que me hallaba. Yo, que suelo conceder y allanarme a las imposiciones de los terceros e incluso los cuartos, hice mutis por el foro y lo continué haciendo por largo tiempo, con la secreta esperanza que, como siempre, sea otro quien resuelva mis problemas de la vida concreta. La oferta -ambigua e inasible, pero más real que mis ensoñaciones- que recibí de Bernales en cuanto hubo terminado el funeral en que lo conocí, consistía en conseguirme no sólo un trabajo relativamente estable, sino que además, me hacía visible la posibilidad de reivindicarme frente a Adriana, con la posesión de algo parecido a un cargo de relativa – y etérea- importancia. “ Tu problema Solís, es que estás sobrecalificado para un trabajo común y corriente, pero no das el ancho para un cargo directivo, estas jodido, estas en zona de nadie. Por eso, YO soy el indicado para ayudarte, porque soy el único que puedo inventarte el trabajo para el cual naciste”. Esto, me lo dijo antes de pedir la cuenta y arreglarse por cuarta vez su corbata y de comenzar con un monólogo acerca de su vida, “ para que quede todo absolutamente claro entre nosotros”. Entonces Bernales me miró y comenzó a hablar, abriéndose otros monstruosos minutos.

21 comentarios:

Solis dijo...

Querida Eulalia y Cónsul: Ustedes son mis únicos lectores y a sutedes me debo, sin embargo he sufrido durante varios días el síndrome vertiginoso ante la página en blanco. Lo siento. Ya quisiera tener la constancia de Eulalia pero, esta es una historia larga y, a veces, no tengo las ganas para tirar sobre el papel lo que anda por la cabeza.
Que tengan dulces sueños
Solís

Solis dijo...

Donde dice sutedes quiso decir ustedes

Eulalia dijo...

COPIO Y PEGO MI RESPUESTA A TU COMENTARIO EN MI BITÁCORA, POR SI NO VUELVES:
Eulalia dijo...

SOLÍS,

1 ¿A mí qué me cuéntas?

2 ¿Cómo nos hacemos cargo de lo que sucedió?

3 ¿Existen explicaciones válidas en materia de amor?

4 Eso, ¿Ha servido de algo? Responda, por favor.

(Por cierto: el viaje NO ha terminado, oiga, así que no intente apearse en marcha)

Eulalia dijo...

No te preocupes: yo sólo escribo cuando me siento verdaderamente mal.
Es tu blog. Haz lo que quieras. Me gusta que pienses en mí cuando no tienes ganas de escribir, pero no te sientas obligado.
Y ahora voy a leerte la entrada de hoy.

Eulalia dijo...

Ay, Señor, otro paréntesis.
Yo, que me trago los libros que me gustan como si fueran tazas de café con leche; yo, que puedo quedarme sin dormir una noche si una historia me agarra; yo, lectora glotona, heme aquí dosificada por la indolencia y la alevosía de un contador de cuentos.
En fin.

Solis dijo...

Me acordé de un cuento: "Queremos tanto a Eulalia". Voy a darte el gusto pero, te aseguro, este no es cuento, sino habría finalizado hace bastante rato.
Be patient
Un beso marino
Solís

Eulalia dijo...

Yo diría que el cuento se titulaba "Queremos tanto a Glenda", y era de Cortázar, ¿no?
Terrorífico.

Solis dijo...

Eulalia: Entonces, no habrá sido " El hombre que hablaba de Eulalia de Cádiz"? .o "Eulalia Sunz"?.
Un beso distraido

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Santiago, 17 de Noviembre de 2006

Sr. Sólis:

Me conmueve su declaración, pese a que, como ya sabemos, no nos profesamos particular simpatía.
Noto que su relato goza de buena salud y hago votos porque Ud. la conserve.
No flaquee; mantenga un curso de caída holgado, para asegurarnos las próximas entregas.
Le saluda atentamente,
Eleuterio Gálvez.

Anónimo dijo...

Señor (?) Solís: El dilecto señor Cónsul nos aconseja mantener en piloto automático el curso de caída. Hágale caso; lo sé yo, por Donders, amigo común, que él ha tenido unas turbulencias propias del Triángulo de las Bermudas y se ha mantenido en el nivel mínimo de flotación, e incluso bajo él, gracias a un buen curso de buceo que ha tomado en las aguas del Titicaca o del Genf, no me recuerdo bien.
Tanto el Cónsul como Donders son unas bestias en el difícil arte de la supervivencia en calidad de peces de ciudad ( el término es del Sabina ese), por lo que saben de que hablan.
De nada
Oliveira

Almafuerte dijo...

El tiempo cuando toma forma material, necesariamente debe mutar en monstruo. Para que, de éste modo, aun cuando pierda no deje títere con cabeza.

Un saludo.

Solis dijo...

Almafuerte: El tiempo, a veces, sólo es un saco con un agujero por donde van cayendo los minutos que otros recogen. Si has hallado alguno de mi propiedad, te ruego lo devuelvas.
Esos minutos monstruosos que me han tocado, me volaron la cabeza, es cierto. Ahoran ganan 2-0
Gracias por tu comentario.

Eulalia dijo...

SOLÍS,
¿Habré de regalarle el catálogo de "La casa del Libro", para que no se me carcajee en mi propia pantalla?
Tenga en cuenta que soy una mujer sensible y distraída, amen de friolera, y hoy en Madrid el cielo está de un talante cruel.
Un beso.

Solis dijo...

Eulalia: Haga de cuenta que durante un rato se me apareció el buen humor y no me haga caso.
Por acá, en donde vivo, que es un lugar con agua hay, como casi siempre, un viento ( y, como dirían ustedes, los españoles de España)de puta madre. El sol brilla, pero no logra calentar mis huesos.
Debe ser cerca de la noche por allá, abríguese y salga a dar una vuelta ( con Andrés, no con otro) y , como es probable que diluvie, lleve un paraguas.
Que tengas una buena noche.

Eulalia dijo...

Andrés anda por sus pagos. No pienso salir en todo el fin de semana.
(He madrugado porque tengo ya demasiadas horas dormidas.
Té, cigarrillo y salto el Atlántico para comunicarle que me encanta cuando le noto de buen humor).
Un beso.

Solis dijo...

Eulalia:
He debido trasladarme a la capital esta mañana a causa de algunos compromisos adquiridos con anterioridad, por lo que estoy padeciendo la canícula de Santiago. Esto me agrada, pues mis huesos se reconfortan y, porque además, Santiago es mi territorio. Estoy atrasado en mis lecturas y entregas, y espero dar cumplimiento efectivo a los requerimientos de mi editor. Antes, eso sí comentaré la nueva entrega del Cónsul, que está muy en su cuerda, esa de ser víctima de sus despropósitos.
La noto triste Eulalia, acompáñese por un par de cigarrillos ( Ducados talvez?), un buen café y revise el firmamento digital. Si desea mayor cercanía, agénciese una cuenta de msn, a mi, el sobón de oliveira me presta su cuenta, que es ferolifilho@hotmail.com. A ver si le mejora el talante que,presiento sombrío.
Suyo
Solís.

Eulalia dijo...

Solís,
esa cuenta que me envía da como error.
De todos modos le agradezco el interés: sí, ando con el humor desalentado.
Un beso.

Solis dijo...

Eulalia:
Es raro lo que me señala. Oliveira me indica que tiene su cuenta de MSN activa y está, en este preciso instante conectado.
Pero bueno, en fin, si lo deseas allí está ( ferolifilho@hotmail.com).
Qué hacer con el ánimo Eulalia, cuado te deja, te deja.
Besos solidarios
Solís

Eulalia dijo...

Ni ánimo para msnear...

Solis dijo...

Aviso a mis lectores ( 2 o 3): Adriana me ha exigido un poco de mayor dedicación a las labores productivas, en tanto Bernales no para de hablar . Estoy lleno de ruido.En cuanto me llegue el silencio, les juro que continuo.
Saludos
Solís

Solis dijo...

Eulalia: Mi oferta era apenas un sucedáneo y eres completamente libre de aceptarla.
Besos para alegrar el alma.Agénciese el último disco de Drexler, le hace bien al alma.Talvez no cura la melancolía pero conduce las lágrimas hacia donde deben ir.
Suyo
Solís